martes, 12 de junio de 2012

El día domingo muchos fuimos testigos del último debate que en este proceso electoral organiza el Instituto Federal Electoral, aunque sobre ello tendremos que esperar los datos exactos, aunque es más que evidente que se logró un rating insuperable en un ejercicio democrático de tal naturaleza. Pero ello no es el tema central sino más bien las expectativas que el debate en sí generó y es que –hay que decirlo- todos quienes lo presenciamos, previamente habíamos realizado un análisis –quizá breve- sobre el desempeño que tendrían los candidatos a dirigir el rumbo de la nación durante 6 años. Así, para quien esto escribe, lo ocurrido en el citado debate puede resumirse en lo siguiente: • Por un lado, tenemos a un Gabriel Quadro...Quadri perdón, a quiens e puede definir así: “como candidato a la presidencia es un excelente académico”. Esto es a razón de que, desde su posición de perdedor y teniendo como única meta el mantener el registro de la lideresa del sindicato más grande de América Latina, sentó temas importantes y por momentos marcó el rumbo del debate al lanzar cuestionamientos a los demás candidatos y obligarlos a responderlos. Sin embargo, la percepción que nos deja no da para más, no podemos decir que luego del debate el señor Gabriel Quadri pueda siquiera a aspirar a un 10% de votos. Empero, fue muy certero y tocó temas sensibles a la sociedad (matrimonios con personas del mismo sexo, discapacitados, ecología, aborto, etc.) aunque debemos también resaltar que durante sus intervenciones no se cansó de pedir una y otra vez a sus compañeros que explicaran el “como” de sus propuestas, lo cual, desde mi punto de vista es más que necesario, aunque también debemos decir que de igual forma, Quadri propuso cuando menos tres secretarías nuevas, y aunque explicó que las mismas se conformarían con la burocracia ya existente, jamás dijo de donde se obtendrían los recursos para financiarlas, sobre todo si consideramos que al crear –por ejemplo- la secretaría de mares, es más que lógico que cada puerto debiera tener una oficina representativa. Total que al final de cuentas y a sabiendas de que ocurriría lo mismo que en el debate pasado, esto es, que nadie lo cuestionaría, porque debemos ser realistas ¿para que peder el tiempo con el evidentemente perdedor? Esa es una regla que cualquier político de medio pelo la sabe, así que en conclusión: Quadri como candidato es un excelente académico. • Respecto a Enrique Peña Nieto, debemos decir que es más que obvio que los acontecimientos generados en estas últimas semanas evidentemente le han mermado aquella posición desde la que, como dicen los que saben, se la pasaba “nadando de a muertito”, lo cual le obligó a, por un lado tratar de desdecir lo dicho, por otro, el tratar de enmendar los errores generados desde su propio partido, así, vimos llegar al debate a un político que se le notaba incómodo, tal vez cansado, pero quizá lo más importante, que se la pasó en los lugares comunes que muchos políticos ocupan para pretender salir avante, esto es, durante el debate se la pasó dando a conocer sus propuestas pero al igual que todos y que siempre, únicamente se la pasó hablando del “que” sin decirnos el “como”, por momentos se mostró titubeante quizá como resulta de no verse acartonado o falto de un lenguaje perfectamente articulado (por aquello de la FIL). Total que al final de cuentas, podemos decir que pasó la noche de manera tibia, sin aportar nada nuevo de lo que ya antes le hemos escuchado decir, como decimos en la actualidad Peña Nieto: equis. • La señora Josefina Vázquez Mota, para mí, fue la gran triunfadora de la noche aunque dudo mucho que ello le ayude a ganar la tan ansiada presidencia de la república, a lo más podrá aspirar a recuperar el segundo lugar que por algún tiempo vino ocupando, anoche se le vio asertiva en sus ataques, clara en sus propuestas aunque insisto, al igual que sus iguales jamás nos explicó “como” logrará tanta promesa. Al final, fue quien en esta ocasión llevaba una idea más clara de lo que se trata un debate (de acuerdo con el formato acartonado que los propios partidos políticos “TODOS” aprobaron), se vio más relajada aunque al final es evidente que existen cosas sobre su pasado de las que es más que es difícil desmarcarse, o como dijo Quadri “vean el video de “querida amiga” no se lo pierdan”. • Por último tenemos lo ocurrido a Andrés Manuel López Obrador, ese personaje tan polémico como contradictorio, quien en verdad la noche pasada me llevó a tener varios deja vu (al igual que las personas muti orgásmicas el me hizo sentir multi deja vu) en un par de horas, al igual que todos pero quizá en una peor forma, nos la pasamos escuchando aquellas propuestas que están más conocidas que los calzones de una prostituta, me refiero a la especie de que acabará con todos los problemas del país acabando con la corrupción, ciertamente esto tiene sustento si observamos por ejemplo el caso de Chile, sin embargo, he insistido que esto no se logrará por arte de magia, como lo pretende el señor, digo, estoy más que convencido –a diferencia de cualquier chilango- que cuando este señor deje caer sus glúteos en la silla presidencial, las cosas en este país no se resolverán, porque, hay que ser más que ingenuo para creer que por el sólo llamado a un “pacto nacional” todo, absolutamente todo, va cambiar; en ese contexto, sus intervenciones fueron en sus ya conocidos lugares comunes “acabar con la corrupción de arriba para abajo, con ello captaremos trescientos mil millones de pesos (espero no equivocarme en la cifra), bajaremos las gasolinas, acceso a la educación para todos (no habrá rechazados en las universidades por más huevones que sean), crecimiento económico de 6% (sino mal recuerdo Fox prometió lo mismo), un millón y cacho de empleos por año, y todo eso gracias a un plan de austeridad que incluso le va alcanzar para darle once mil pesos a cada familia de México. En verdad el señor López no cree ser el mesías, él esta seguro que lo es, cada uno de los temas que propone son más que cuestionables sobre su viabilidad, por eso es que muchos –me incluyo- temen a esas propuestas populistas que a través de la historia ya hemos visto en que concluyen, hubo un momento del debate en que este personaje se compara a Benito Juárez, a mi en lo personal me da la impresión de que él considera ser la reencarnación del Benemérito de las Américas, pero bueno, quizá ello algún psicoanalista nos lo pueda explicar y hasta justificar. Total que a resumidas cuentas, López Obrador no dijo nada nuevo, todo lo dicho parecía una película vieja de lo que ya nos había dicho en 2006. Hasta aquí puedo –a grandes rasgos- señalar la impresión que de manera individual me dejaron los candidatos en el debate, insisto, un debate –como lo conocemos- no es signo de triunfo en las urnas, tan solo es un diagnóstico que nos permite analizar las propuestas de los candidatos, es el momento en el que entre tibios “dimes y diretes” nos podrían haber explicado el “como” van a lograr todas y cada una de sus propuestas, lo cual, la verdad, nos quedaron a deber. Un dato adicional y que me parece bastante interesante y merece tomar en cuenta, sobre todos por quienes creen a pies juntillas en este personaje mesiánico, es aquel que resulta de la mesa del post debate en la que Luis Videgaray le exige a Ricardo Mineral que explicara de donde es que el señor López obtuvo los mil millones de pesos para financiar sus viajes por lo largo y ancho de la República, a lo cual, Mineral –como es de esperarse en un político- pretendió desviar la conversación, sin embargo, jamás pudo sostener como es que la asociación a través de la que tal personaje obtuvo “donaciones del pueblo” no esta registrada ni en el diario oficial de la Federación y mucho menos en la página del SAT, en esta última en la que, por cierto, una asociación de esa naturaleza, que recibe donaciones (mil millones de pesos) debe detallar pormenorizadamente todas y cada una de sus movimientos. Pero bueno, como dice López Obrador: este es mi punto de vista y nada más.

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